El programa Resilience Challenge, pensado para crear vínculos entre empresas norteamericanas y españolas que sirvan a unas y otras para seguir mejorando, ha finalizado con gran éxito. Aquí te resumimos cómo se ha desarrollado a lo largo de las semanas.
Tras un año 2020 marcado por la incertidumbre y la frustración para muchos emprendedores, decidimos poner en marcha una iniciativa para apoyar a negocios incipientes que se habían visto afectados por la crisis sanitaria. Aquellos que necesitaban un empujón, el apoyo de especialistas que pudieran darles otra visión sobre cómo enfocar sus ideas. En el programa han participado la Embajada y el Consulado de EE. UU. en Madrid, United Way España, Impact Hub Boston e Impact Hub Madrid.
Desde Impact Hub Madrid, Saúl Loriente, responsable de la coordinación de este programa asegura que «el apoyo a los proyectos ha llegado desde 5 pilares fundamentales». Estos son los pilares en los que se ha basado el programa:
1. Formación
2. Mentorización
3. Networking, en el que ha intervenido también empresas con sede en Estados Unidos.
4. Acceso a espacio de trabajo físico, facilitado por Impact Hub.
5. Seguimiento por parte de la organización, buscando en algunos casos perfiles ad hoc para distintas mentorías. La selección del mentor viene dada por un análisis previo de las necesidades transmitidas por el emprendedor en áreas como el marketing y la comercialización, el modelo de negocio o la sostenibilidad, entre otras.
Además, dada la vinculación de las organizaciones participantes con EE. UU., se pensó en lo interesante e inspirador que podría ser tener el punto de vista y la experiencia de proyectos de emprendimiento que hubieran pasado por la misma situación en Norteamérica.
Por eso, se activó la red internacional de Impact Hub para, a través de Impact Hub Boston, buscar negocios que tuvieran interés en participar en Resilience Challenge. Así fue como se consiguió reunir 15 proyectos españoles y 7 proyectos de EE.UU. a lo largo de un itinerario formativo y varias sesiones de comunidad conjunta.
Para Justen Thomas, Agregado de diplomacia pública para asuntos de educación y emprendimiento en la Embajada de EE. UU. en Madrid, las startups norteamericanas que participan en Resilience Challenge se enfrentan a problemas muy similares causados por la pandemia mundial. «Creemos que compartir experiencias y estrategias para adaptar sus modelos de negocio al contexto actual es muy beneficioso para ambas partes. Y, naturalmente, queremos favorecer el establecimiento de relaciones, no solo comerciales, sino también personales, entre las empresas estadounidenses y españolas».
A la hora de buscar colaboradores para implementar este programa en España, lo tienen claro: «Impact Hub Madrid y la Fundación United Way España poseen la red de contactos necesaria para facilitar la conexión entre ambos ecosistemas emprendedores. Hemos confiado en sus conocimientos y experiencia para identificar y seleccionar a empresas participantes y a los mentores, planificar las sesiones inspiradoras y favorecer la creación de un espacio de colaboración y aprendizaje conjunto entre los participantes. Pretendemos estrechar y profundizar los lazos que existen entre España y Estados Unidos en varios sectores, incluyendo el económico», comenta Thomas.
Marta Arisa es cofundadora y CMO de Kibus Petcare, el primer robot de cocina para perros. Un sistema nutricional a base de recetas completas y equilibradas, mínimamente procesadas, sin aditivos de ningún tipo ni subproductos. Arisa ha participado en la pasada edición de Resilience Challenge y nos cuenta cómo ha sido su paso por el programa.
¿En qué medida se ha visto afectado vuestro proyecto por la pandemia?
La pandemia nos ha revolucionado la vida a todos y ha cambiado muchas cosas en la sociedad. Aunque algunas han sido para bien, como el hecho de darnos cuenta de lo importantes que son nuestros perros para nosotros. Cada vez buscamos mejores formas de cuidarlos y de alimentarlos.
En nuestro caso también hemos vivido aspectos negativos que nos han provocado demoras y que nos han obligado a aplicar cambios, incluso en la electrónica. El año pasado la limitación de movimientos fue dura para todos y una dificultad adicional para los negocios. Ahora nos encontramos también en una situación extraordinaria en la que las materias primas tienen precios desorbitados y en la que hay incluso falta de disponibilidad de algunos componentes electrónicos de uso habitual.
De todas maneras, nos quedamos con lo positivo. Mucha gente ha hecho un sobre esfuerzo muy importante para sobreponerse a las circunstancias y estamos convencidos de que los efectos negativos irán a menos, mientras que las tendencias positivas están para quedarse.
¿Qué conocimientos os ha permitido adquirir el programa? ¿En qué área crees que os está aportando más valor?
El programa nos ha ayudado en la estrategia general de la empresa a medio y largo plazo y en el marketing digital como herramienta para acercarnos a los usuarios e interactuar con ellos.
Iniciamos el programa con algunas reuniones con Saúl para definir los principales retos que afrontamos a nivel de empresa. Uno de ellos es el marketing digital. En este punto debemos agradecer a Rubén Hervás, CEO de Cornicabra, profesor de ESIC y especialista en estrategias de marketing y comunicación, nuestro mentor durante el programa, su conocimiento y apoyo.
Con su ayuda hemos podido reflexionar sobre el funnel de adquisición de clientes online, el proceso de venta de nuestro producto, y plantear también los puntos sobre los que debemos continuar trabajando.
El programa, desde el principio, ha incluido sesiones para relacionarnos y compartir experiencias con startups y empresas de Estados Unidos. Las sesiones de comunidad nos han ayudado a definir nuestra estrategia a medio plazo, apoyándonos en la cultura y la forma de ver los negocios en EE. UU., un referente a nivel internacional.
