Según el día, el bizcocho lo hago feliz, triste o enfadada

El confinamiento nos ha arrinconado con nosotros mismos y nos ha abierto una puerta a reconocer nuestras emociones y hablar de ello. Estamos ante un laboratorio para explorar formas de comunicación más fundamentadas en la escucha consciente, la empatía y la diferencia.