En el prólogo de Especies de espacios, de Georges Perec, Jesús Camarero dice que el espacio y el tiempo “son dos categorías que sirven para explicar toda una realidad”. En esta época que nos está tocando vivir ya no disponemos del espacio, porque vivimos recluidos en nuestras casas. Tampoco tenemos una relación normal con el tiempo y esperamos que pase pronto. Estas dos coordenadas, por tanto, han pasado a representar una realidad diferente a la que estábamos acostumbrados. Sin embargo, la vida sigue. Y con ella, el trabajo. 

Necesitamos desarrollar nuevas habilidades para optimizar la jornada laboral en estas nuevas circunstancias

En este contexto necesitamos desarrollar nuevas habilidades para optimizar la jornada laboral desde casa, sobre todo si el teletrabajo es una realidad nueva para nosotros. Empecemos por conocer los aspectos positivos. El libro Trabaja de forma eficaz desde casa: consejos para organizar adecuadamente el teletrabajo, de Mailys Charlier, expone una lista de aspectos positivos:

• Mayor calidad de vida: gracias a la gestión optimizada del tiempo.
• Ahorro de tiempo en el trayecto hacia y desde el espacio profesional.
• Menores distracciones de personas relacionadas con el entorno laboral: colegas, jefes, etc. 
• Mayor productividad al encontrarse en un espacio acogedor y tranquilo.
• Ahorro en comida y transporte.
• Mayor motivación.
• Más flexibilidad.
• Reducción de estrés.

Por supuesto que existen también posibles aspectos negativos, y entre ellos están:

• La autodisciplina: esto supone un problema cuando la persona no es capaz de organizar su tiempo de manera adecuada. 
• Falta de cohesión del equipo.

Como vemos, en el teletrabajo es más abundante la vertiente positiva que la negativa. Ahora solamente nos queda ponerlo en práctica de la manera más eficiente posible. Para ello, te ofrecemos unos consejos prácticos que podrás entrenar estos días:

1. Establece un lugar físico en tu casa. Elige un rincón despejado y luminoso que no disponga de muchas distracciones. Se recomienda que la televisión se encuentre en otra estancia de la casa.
2. Antes de comenzar a trabajar, haz un poco de ejercicio en algún lugar de tu hogar, aséate y ponte cómodo. No empieces a trabajar sin ducharte y sin desayunar. Vístete como si fueras a la oficina o, al menos, para estar visible en una reunión online. ¡Prohibido pijama!
3. Fija unos límites: teletrabajo no quiere decir que realices horas extras y que alargues las jornadas. Si el teletrabajador se ve obligado a dar demasiado de sí durante una jornada laboral desde casa, es muy importante para su bienestar que fije los límites necesarios y que no rebase demasiado el horario oficial.
4. Cada persona del equipo debe tener claro qué se espera de ella y cuándo debe tener la tarea lista. Los tiempos de entrega deben estar claros.
5. Conviértete en un maestro de la jerarquización de prioridades: a veces es difícil saber por dónde empezar cuando se inicia la jornada. Planifica el trabajo en dos categorías: las diarias y las semanales. Debes analizar las tareas del día y establecer prioridades. De esta manera terminarás primero las tareas más importantes, avanzarás mejor y mantendrás la motivación y la concentración.
6. Crea un calendario con la distribución de tu tiempo y compártelo con tu equipo. Esto les ayudará a saber cuándo te pueden contactar y cuándo no podrás atenderles. 
7. Felicítate cuando termines una tarea. La automotivación es un factor clave a la hora de trabajar en soledad. 
8. Mantente unido a tu equipo. Si el teletrabajo se prolonga en el tiempo, uno puede sentirse desarraigado y extraño. Estar en contacto con los compañeros de trabajo, a través de email, whatsapp o videoconferencia, aunque sea a través de una pantalla, ayuda a mantener el vínculo laboral y personal y favorece las emociones positivas, consiguiendo una mayor productividad final.
9. Utiliza herramientas digitales que te ayuden a trabajar con tu equipo. Las nuevas tecnologías nos han facilitado la vida laboral en muchos sentidos, ¡aprovechémoslo! Herramientas como Asana o Trello pueden ser buenos compañeros de trabajo. 
10. Cada persona del equipo es responsable de establecer su propio ritmo, espacio y tiempo.
11. Realiza videoconferencias con tus clientes. Las relaciones laborales, como cualquier otra relación, hay que cuidarlas. Dar muestras de que te importan es parte de tus tareas como trabajador y como ser humano. 
12. Haz descansos de 5 minutos cada 30 minutos y disfruta de un descanso más largo a los 90 minutos: descansar cada 90 minutos aumenta el rendimiento y te permite airear la mente y volver a trabajar de una manera más fresca. 
13. La concentración significa productividad: si eres una persona que se distrae fácilmente, las notificaciones de redes sociales y el teléfono no son una buena compañía. Te recomendamos que pongas el teléfono en silencio durante ese tiempo. Si pensar en las tareas domésticas te desconcentra, apunta en un papel cuáles crees que puedes realizar en tus descansos. 
14. Firma un acuerdo con tus familiares o compañeros de piso: establecer normas previas es un factor clave para que entiendan tu situación y te dejen trabajar.  

Lo que está claro es que las nuevas dinámicas de socialización y de trabajo han llegado para quedarse. Y cuando todo esto acabe, nos daremos cuenta de que hemos vivido una situación que nos ayudará a abrazar la realidad que venga con mayor resiliencia y humanidad, valorando especialmente el espacio y el tiempo.