Además, hay que añadir el aumento producido en el número de trabajadores por cuenta propia: el número de autónomos, freelancers o emprendedores se encuentra al alza.

Está fuera de toda duda el refugio social que supone el coworking para estos trabajadores independientes y remotos, que en muchas ocasiones trabajan sin equipo, con compañeros temporales o con otros alejados hasta a cientos de kilómetros (miles a veces). El manifiesto del coworking de 2011 ya define este lugar como «un motor económico basado en la colaboración y la comunidad».

“Amparados por estas cifras que demuestran el valor de la colaboración, seguimos adelante sabiendo que nuestros espacios son auténticos viveros de talento y oportunidades”

Desde 2013 la red Impact Hub realiza una encuesta anual, junto a la Universidad de Viena, para analizar las sinergias que se producen en los espacios de trabajo compartido y cuál es el impacto que causan en las organizaciones. Cada año las respuestas de 3.000 miembros de la comunidad Impact Hub internacional arrojan conclusiones reveladoras. Resultados muy positivos y medibles que se reflejan en el Informe de Impacto anual, como la identificación de oportunidades profesionales, el acceso a vías de financiación o la mejora en la cantidad y en la calidad de sus servicios. 

Las cifras del ecosistema creado en Madrid

Con el mismo objetivo, en Impact Hub Madrid también llevamos a cabo esta encuesta. Esto, además de identificar de forma tangible la magnitud de las colaboraciones y el ecosistema creado en torno a ellas, nos permite localizar áreas de mejora. Estas son las conclusiones de 2020, incluso con limitaciones de acceso a los espacios: 

• Un 20,2 % de los miembros colaboró en proyectos conjuntos. 
• Un 17,6 % consiguió conectar con nuevos proyectos o financiadores. 
• Un 12,6 % inició un nuevo proyecto con otro miembro. 
• Un 16 % recibió de otro miembro un producto o servicio de valor con descuento. 
• Los miembros establecieron, de media, 2,7 conexiones valiosas con coworkers del mismo sector, y 3,2 con coworkers de sectores diferentes. 

La colaboración no se limita a la interacción. Gran parte de ellos manifiesta una conexión emocional con el grupo. Así, un 71,6 % de los miembros de Impact Hub Madrid se siente parte de la comunidad, un 72,9 % encuentra fácil acercarse a otro para solicitar ayuda y un 75,3 % se siente cómodo debatiendo nuevas ideas con los demás. 

Estas asociaciones se tradujeron en impactos positivos para las personas y organizaciones de la comunidad, tanto a nivel individual como grupal y empresarial. Dos de cada tres miembros de Impact Hub Madrid atribuyen un 26,8 % de su éxito profesional a su pertenencia a la comunidad. 

• El 75,3 % de los miembros declaró que trabajar en Impact Hub le ayuda a ser más productivo. 
• Un 52,9 % de las organizaciones que forman parte de Impact Hub Madrid avanzó en la fase de desarrollo de su negocio. 
• El 63,3 % de los encuestados se mostró satisfecho o muy satisfecho con el apoyo de Impact Hub durante la pandemia y un 14,3 % consiguió a través de la red información importante: acceso a financiación, regulaciones, etc.
• El 21,8 % reveló que el soporte emocional que recibió en Impact Hub Madrid fue muy importante.

Refuerzo de la motivación y desarrollo de capacidades

En resumen, los miembros de Impact Hub hacen mucho más que «trabajar de manera individual en un espacio compartido». Una gran mayoría de ellos se involucra en las actividades comunitarias, se preocupa por mantener relaciones personales y profesionales relevantes y se compromete en iniciativas colectivas. Como confirma más del 60 % de las personas encuestadas, «el tiempo y energía invertidos en ayudar a otros se recibe de vuelta».

Para que se dé este entorno, en Impact Hub Madrid trabajamos creando los programas y contenidos necesarios, que inspiren, conecten e impulsen a la comunidad. Entre los programas más destacados por sus valoraciones positivas se encuentran:

• Refuerzo de la motivación personal (79,1 %). 
• Soporte para establecer alianzas y colaboraciones (72,3 %). 
• Desarrollo de capacidades (61,4 %).
• Promoción de la credibilidad y la visibilidad (58,3 %). 
• Acceso a apoyo de instituciones y networks (37,3 %).
• Expansión geográfica (40,7 %).

“La colaboración no se limita a la interacción, sino que gran parte manifiesta una conexión emocional con el grupo”

La base sobre la que se asienta este ecosistema es el fuerte sentido de comunidad (para el 84 % resulta muy importante sentirse parte de ella), al que contribuye además la diversidad de los integrantes (emprendedores, freelancers, startups, ONG, empresas, fundaciones…). 

Un foco centrado en impulsar un impacto sostenible (el 63 % sitúa ese factor como una prioridad) y generar confianza (un 77 % confía en el resto de miembros).

Amparados por todos estos datos, apoyados en las cifras y en unos efectos sobre las personas y sobre las empresas que pueden medirse y demuestran el valor de la colaboración, seguimos adelante sabiendo que nuestros espacios son auténticos viveros de talento y oportunidades. Que se multiplican y potencian cuando entran en contacto, dando lugar a nuevas ideas. Nuevos caminos que recorrer en comunidad. Porque juntos, #SomosImpacto.