Consultoría, Sostenibilidad e impacto

02.Ago.2022

¿Cómo pueden las empresas reducir sus emisiones de CO2?

Reducir urgentemente las emisiones de CO2 es una tarea urgente de empresas y consumidores. El sector privado tiene la capacidad de trabajar para lograr un impacto positivo, ya que es uno de los principales responsables de la contaminación. Hay varias iniciativas que puedes implementar o proponer a tu empresa. ¡Toma nota!
emisiones de CO2

El cambio climático y la reducción de las emisiones de CO2, es uno de los problemas medioambientales más importantes a los que se enfrenta el mundo en la actualidad. El fenómeno se debe a la creciente cantidad de gases de efecto invernadero que atrapan el calor y que, a su vez, calientan la tierra.

Algunas de las consecuencias del aumento de estas emisiones de gases de efecto invernadero pasan por el incremento de las temperaturas atmosféricas y del nivel del mar. Para algunos, el cambio climático es un efecto secundario inevitable del mundo industrializado; para otros, una amenaza inminente que debe abordarse con la máxima urgencia.

Sin embargo, independientemente de la causa o la gravedad de esta situación, tanto las empresas como los consumidores pueden ayudar a proteger el entorno reduciendo sus propias emisiones de CO2.

El sector privado tiene la capacidad de trabajar para lograr un impacto positivo, ya que es uno de los principales responsables de la contaminación. Al trabajar en pos de la sostenibilidad, las compañías pueden lanzar un mensaje a sus clientes y a la sociedad civil, en el que destaquen el papel capital que tienen de cara a la resolución de este rompecabezas.  

Hay varias iniciativas que se pueden adoptar:

Ofrecer un horario de trabajo flexible

El transporte privado representa el 30% de las emisiones de CO2 en la Unión Europea. Además, la mayor parte de los trabajadores sigue decantándose por el coche en sus desplazamientos diarios. Si las empresas se deciden a ser flexibles, ofreciendo horarios que posibiliten acudir en transporte público o, en su defecto, limitando la presencialidad a 2 o 3 días por semana laboral, obtendremos una reducción significativa en el impacto sobre el medio ambiente. 

Otra idea pasa por ofrecer coches de empresa híbridos, de bajo consumo o eléctricos, de manera que sea la propia compañía la que invierta en recursos 100% sostenibles. Sea como fuere, la opción más sensata pasa por la flexibilidad, el teletrabajo y el fomento de los desplazamientos en metro o autobús. 

Facilitar educación en sostenibilidad a los empleados

Con la formación adecuada, los empleados pueden convertirse en el mayor activo para reducir la huella de carbono y las emisiones de CO2. A fin de conseguir resultados reales, es vital lograr un compromiso firme por parte de los miembros de la organización, con indiferencia del puesto que ocupen en el organigrama.

Los talleres y los seminarios web son formatos eficaces a la hora de fomentar una educación en valores. Cuando todo el mundo se implica, es más fácil conseguir un cambio verdaderamente estructural. 

Cambiar a reuniones y eventos on-line

Buena parte de los trabajadores españoles han hecho la transición digital en los últimos dos últimos años. Herramientas como Zoom, Teams, Slack, Skype o incluso Messenger Rooms, ya forman parte de nuestro ecosistema profesional, y hemos interiorizado las reuniones en remoto como algo natural.

Por ello, en pleno 2022 carece de sentido viajar largas distancias para asistir a encuentros o eventos corporativos.

Y es que no solo se trata de ahorrar en tiempo de desplazamiento o gastos derivados del viaje, sino que también se reducen las emisiones de dióxido de carbono. El dato no puede ser más contundente: el transporte supone alrededor de una quinta parte de las emisiones de CO2 a nivel mundial

Reducir el uso de energía y generar menos residuos 

El uso de energía suele representar aproximadamente la mitad de la huella de carbono de una empresa. Limitar el consumo no solo impacta positivamente en las facturas, sino que también disminuye la carga medioambiental de la que es responsable una compañía.

Ya sea instalando bombillas inteligentes, utilizando electrodomésticos de bajo consumo u optando por proveedores responsables, hay muchas maneras de hacer pequeños cambios. Y esas pequeñas modificaciones tienen el potencial de generar un gran impacto.  

Otra forma de reducir la huella climática pasa por disminuir la cantidad de residuos generados. Ya se trate de residuos industriales de una gran empresa o desechos de papel en una PYME del sector servicios, todas las compañías inciden con mayor o menor severidad sobre el entorno.

Hay una gran variedad de soluciones posibles dependiendo de las instalaciones o la actividad principal de la corporación. En este terreno, es fundamental que la empresa escuche las propuestas de sus empleados, a fin de lograr una cultura corporativa ecosostenible. 

También es primordial emplear adecuadamente equipos y dispositivos, de manera que se prolongue su vida útil a través de pequeñas reparaciones y modificaciones.  

Eliminar los plásticos de un solo uso

Los plásticos son otro gran escollo en lo referido a la huella de carbono de una empresa. Cada vez que alguien tira una cucharita de plástico, una bolsa, un vaso o materiales de protección, estos productos acaban por dañar el entorno. Casi todos los productos de plástico se fabrican a partir de combustibles fósiles, y el refinado de estos combustibles supone un proceso que consume mucha energía y aumenta las emisiones de CO2 globales.

Artículos como los cubiertos de cafetería, los vasos de café desechables o las botellas de agua de plástico pueden cambiarse fácilmente por materiales reutilizables. Por ello, no es raro comprobar como en buena parte de las oficinas se emplean vasos de cartón o briks para guardar el agua. 

Elegir infraestructuras y equipos más ecológicos

También es conveniente elegir infraestructuras y equipos más respetuosos. Así, y como hemos mencionado anteriormente, las empresas pueden optar por una flota de vehículos híbridos o eléctricos, proporcionando una alternativa ecológica a los desplazamientos de sus empleados.

Por otro lado, cuando llegue el momento de comprar nuevas impresoras, aparatos de aire acondicionado, ordenadores portátiles, pantallas, bombillas o material de oficina, habrá que elegir los más eficientes (energéticamente hablando) y sostenibles (respecto a las normas de origen o de ética de la mano de obra).

En Impact Hub acompañamos a organizaciones en procesos de transformación para desarrollar acciones que den respuesta a los retos complejos de las empresas del futuro adaptadas a la Agenda 2030.

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