La inclusión en la industria tecnológica: ¿dónde estamos y hacia dónde vamos?

La diversidad en la industria tecnológica: ¿dónde estamos hoy?

Para empezar debemos entender qué es “inclusión”. Según la Real Academia Española, la inclusión social es un principio que promueve valores compartidos, orientados al bien común y a la cohesión social. Estos permiten que todas las personas con discapacidad tengan las oportunidades y recursos necesarios para participar y disfrutar en igualdad de condiciones con los demás.

Pero no termina ahí, aquí es cuando nos preguntamos qué es “diversidad”. La diversidad está presente en cada uno de nosotros, en las diferentes características físicas, sociales y personales. La diversidad necesita de la inclusión, y viceversa, para que los grupos y las organizaciones sean espacios culturalmente abiertos y seguros, sin importar los orígenes, creencias o condiciones de las personas.

A pesar de los avances significativos en los últimos años, la industria tecnológica sigue enfrentando desafíos significativos en términos de diversidad e inclusión. Las estadísticas muestran que las mujeres, los grupos étnicos y otras comunidades continúan estando infrarrepresentadas en roles técnicos y de liderazgo en empresas de tecnología.

Principales barreras para la inclusión en la industria tecnológica

A pesar de estar ya avanzados en el siglo XXI, nos sorprende que la mujer en el mundo del desarrollo no tenga una representación mayor, haciendo evidente la brecha digital. Esta disparidad no solo es una cuestión de equidad, sino que también tiene implicaciones profundas en la innovación y el éxito empresarial.

El emprendimiento social es uno de los esfuerzos que marca la diferencia, especialmente desde la educación y la sostenibilidad, y de la mano con la tecnología puede impulsarse aún más. Desde el siglo pasado el avance es enorme e innegable, pero queda todavía mucho más por lograr.

1. Cultura organizacional: Muchas empresas de tecnología tienen culturas organizacionales arraigadas en estereotipos y sesgos que excluyen a ciertos grupos. La falta de diversidad en la alta dirección, en los procesos y dentro de los equipos de recursos humanos puede perpetuar estas dinámicas.
2. Barreras educativas y de acceso: Las disparidades en el acceso a la educación y a las oportunidades de desarrollo profesional pueden limitar la entrada de personas de diversos orígenes a la industria tecnológica. Esto incluye barreras económicas, falta de acceso a recursos (desde libros hasta conectividad) y discriminación sistémica en el sistema educativo.
3. Prejuicios y sesgos: Los sesgos inconscientes pueden influir en las decisiones de contratación y promoción, perpetuando la exclusión de grupos minoritarios. Es fundamental educar e implementar prácticas que mitiguen estos prejuicios y fomenten la equidad en todas las etapas del ciclo de vida laboral.

Avanzando hacia la inclusión

Cualquier persona que saque el mejor partido de sus habilidades blandas y se capacite en las habilidades digitales necesarias, debería ser capaz de tener éxito al emprender en tecnología, pero no todo recae en el individuo. También necesitamos:

1. Fomentar una cultura de inclusión: Las empresas deben esforzarse por crear culturas organizacionales inclusivas, donde todas las voces sean valoradas y respetadas. Esto implica la implementación de políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI), así como la capacitación en sensibilización y diversidad para todo el personal.
2. Ampliar el acceso a la educación y las oportunidades: Se deben tomar medidas para abordar las barreras educativas y de acceso que impiden que ciertos grupos ingresen a la industria tecnológica. Esto incluye programas de becas, iniciativas de mentoría y colaboraciones con organizaciones comunitarias para llegar a poblaciones subrepresentadas.
3. Promover la representación en la industria: Es crucial aumentar la visibilidad y el apoyo a las personas de diversos orígenes en la industria tecnológica. Esto puede lograrse a través de la promoción de modelos a seguir, la participación en eventos y conferencias, y espacios de colaboración con organizaciones y personas que promueven la diversidad en la tecnología.

La inclusión en el sector tecnológico: ¿hacia dónde vamos?

La inclusión no solo es una cuestión de equidad moral, sino que también tiene implicaciones profundas en la innovación y el éxito empresarial. Las empresas que priorizan la diversidad y la inclusión tienden a ser más innovadoras, creativas y resilientes. Al reunir una variedad de perspectivas y experiencias, las organizaciones pueden desarrollar productos y servicios que satisfagan las necesidades de una base de usuarios más amplia (o, de ser el caso, mucho mejor segmentadas) y se destaquen en un mercado cada vez más competitivo.

Las personas emprendedoras pueden optar por construir empresas que tengan la diversidad como valor central. “Adopta un Abuelo” o “Maximiliana” son ejemplo de empresas españolas que están logrando incluir, visibilizar y sensibilizar en favor de las personas mayores, usando las herramientas que brinda la tecnología y acercando a este segmento de la población al mundo digital.

El ejemplo de Powercoders

Powercoders es una iniciativa que promueve la igualdad de oportunidades de talentos diversos en el sector tecnológico a través de un programa formativo para personas refugiadas que se encuentren en una situación sociolaboral vulnerable.

Desde 2022 se ha puesto en marcha en España en colaboración con Impact Hub Madrid y HACK A BOSS. Desde entonces, ha brindado una oportunidad invaluable de capacitación y herramientas para encontrar empleo y ejercer en el sector digital.

Si bien hemos avanzado en muchos aspectos, aún queda mucho trabajo por hacer para crear un sector tecnológico verdaderamente diverso e inclusivo. Al abordar las barreras existentes, fomentar una cultura de inclusión y promover la representación en la industria, podemos avanzar hacia un futuro donde la tecnología refleje verdaderamente la diversidad y riqueza de nuestra sociedad.