Innovación y emprendimiento
10.Ene.2019
5 pasos para aprender a emprender
Lo sabemos: estamos en la era del conocimiento, en la que los cambios son tan rápidos que no nos queda más remedio que adaptarnos y aprender. Y más cuando estamos emprendiendo. Pero ¿cómo lo hacemos? ¿Cómo se puede aprender a emprender a la vez que haces avanzar tu proyecto?
Hoy en día podemos aprender de manera formal o informal. Aunque lo ideal es mezclar las dos vías. Porque al final, para aprender, como dice Fernando de la Rosa, fundador de Foxize, “lo importante es, sobre todo, la curiosidad y motivación del alumno; el foco y atención en el proceso de aprendizaje y la repetición deliberada para interiorizar el conocimiento.”
Toca, pues, volver a las aulas. Solo que esta vez, en la mayoría de los casos, no hay paredes. Ahora la escuela la fabricas tú y con materiales muy diversos.
En esta nueva etapa de aprendizaje, el título no tiene sentido si no hay aprendizaje. Hay que demostrar lo que se sabe con hechos. Cada etapa del aprendizaje se completa cuando se ha aplicado, de un modo u otro.
En esta nueva etapa de aprendizaje, el título no tiene sentido si no hay aprendizaje. Hay que demostrar lo que se sabe con hechos. Cada etapa del aprendizaje se completa cuando se ha aplicado, de un modo u otro.
El contenido no está en un plan de estudios, sino que cada cual se hace su propio itinerario en función de las necesidades personales y del momento. Sabiendo, además, que parte de lo que aprendamos hoy, mañana estará obsoleto.
Aunque a emprender se aprende practicando hay 5 pasos que debes seguir sí o sí, para poder empezar a formarte en aquello que necesitas saber.
INDICE
Paso 1. Desaprendizaje
Lo primero que deberemos hacer es aprender a desaprender. Que no significa olvidar; no es hacer borrón y cuenta nueva. Es más bien cuestionar los caminos por los que solemos llegar a los resultados. Decía Einstein que “si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”.
Desaprender también es cuestionarnos las vías por las que solemos aprender, para cambiar de hábitos y aprovechar así las oportunidades que nos brindan las nuevas tecnologías en formatos de aprendizaje. Nuevos formatos que se adaptan a aprendices más visuales, más auditivos, más espaciales y que, además, permiten combinarlos todos.
Una vez estemos abiertos a aprender de maneras diferentes, podremos lanzarnos a probar todas las opciones que se nos ofrece, que son multitud.
Plantéate: ¿cómo has aprendido hasta ahora? ¿Hay algún formato de aprendizaje que consideres que no va contigo?
Inténtalo: prueba a usar un método que hasta ahora no contemplaras en tu proceso de aprendizaje. Pueden ser los cursos online, si eres reacio a ellos; o tomando notas, si hasta ahora no lo hacías; o leyendo libros, si no era tu fuente de información; o desperézate con Twitter. Ve por un camino diferente, con actitud positiva y mira qué pasa.
Paso 2. Saber lo que sabes
Una vez en disposición de probar nuevos caminos, deberemos analizar qué queremos aprender, qué sabemos ya y qué nos falta. No caigas en el error de seguir profundizando en lo que ya sabes a costa del contenido que realmente necesitas incorporar.
Cambia el rumbo, dirígete hacia donde quieres ir. Pero para ello, tendrás que conocer tu meta: si no sabes dónde vas, no sabrás si vas en la buena dirección.
Plantéate: ¿cuáles son las áreas que conoces, por experiencia o por formación? ¿En qué áreas quieres entrar? ¿Qué conoces de ellas? ¿Cuánto quieres profundizar y para qué? En cuanto a habilidades: ¿Cuáles son tus fortalezas? ¿Y tus debilidades?
Inténtalo: contesta sinceramente, con humildad de lo que no sabes pero, sobre todo, con orgullo de lo que sí sabes. Son respuestas para ti, así que puedes sincerarte en lo bueno y en lo malo.
- Dibuja en un papel 2 grandes áreas: conocimientos/habilidades.
- La zona de conocimientos, dividela entre lo que sabes y lo que no sabes, enfocándote en qué te interesa o necesitas aprender.
- La zona de habilidades, repártela entre fortalezas y debilidades.
- Y ahora, con un rotulador (a poder ser rojo, que es más impactante), marca los conocimientos que no tienes y crees que deberías adquirir a corto plazo, por un lado.
Y las debilidades que crees que te afectan en tu día a día, para desenvolverte y avanzar hacia tus objetivos, por el otro.
¿Ya lo tienes? ¡Perfecto! Ahora ya sabes desaprender y, por tanto, puedes explorar nuevas vías. Y, además, ya sabes lo que conoces y lo que no, además de ser consciente de tus fortalezas y debilidades. Tienes lo más importante (y lo más difícil de identificar, también). Así que sigamos.
Paso 3. Objetivos de aprendizaje
A menudo, el proceso de aprendizaje consiste en definir un tema sobre el que queremos aprender y, a partir de ahí, avanzar.
El problema es que si no sabemos por qué o para qué queremos avanzar, puede que acabemos dando vueltas sobre nosotros mismos. Por eso, te recomiendo que definas, primero, los objetivos del aprendizaje:
- Para aprender algo concreto que tu proyecto precisa en este momento.
- Para emprender en un área que no dominas.
- Para emprender en un sector que desconoces.
- Para aumentar expertise en tu área.
- Para conocer otras áreas, para tener una visión más global.
- Por el puro placer de aprender.
Saber tu objetivo te ayudará a entender cómo llegar ahí. Y, al mismo tiempo, te marcará un ritmo determinado.
Por ejemplo, si lo que necesitas es adquirir conocimiento rápido porque tu empresa lo necesita, tendrás que ir al grano, con un proceso intensivo que te permita aprender en poco tiempo.
En cambio, si aprendes por placer, el ritmo será otro, porque no hay prisa.
Plantéate: ¿cuál es tu verdadero objetivo? ¿Cuánto estás dispuesto/a a invertir, en tiempo y dinero?
Inténtalo: escribe el principal motivo para aprender y, de ahí, explica tres consecuencias que crees (y deseas) que te traerá conseguir ese objetivo.
Paso 4. Define fuentes de contenidos
Hoy, más que nunca, tenemos una amplia variedad de fuentes de las que obtener contenidos. Desde las más formales, presenciales y regladas, hasta fuentes más informales, online y sin título. En medio, toda una amplia gama de plataformas y opciones de las que aprender.
Mi recomendación es que, elijas las fuentes que elijas, lo hagas de manera ordenada y buscando un equilibrio entre ellas. No te limites sólo a ver vídeos o sólo leer posts. Elige muy bien qué blogs lees o qué cursos realizas.
Plantéate: ¿cuáles son las fuentes más válidas para aprender aquello que necesitas aprender? ¿Es importante para tu objetivo tener un título o es más importante aprender a aplicarlo rápido? ¿Hay cursos online interesantes o tienes que acceder a un curso offline? ¿Puedes obtener el contenido de diferentes cursos o es mejor un único curso?
Inténtalo: haz una lista de 3 fuentes viables para cada tipo de input. Es decir, 3 blogs, 3 libros, 3 cursos online, 3 charlas TED, 3 cursos presenciales y 3 conferencias del sector.
Paso 5. Calendariza y ordena
Por último, solo queda pasarlo al calendario para empezar a avanzar:
- Desglosa temas y marca plazos: divide los temas que quieres aprender, en fases. Esto te permitirá poner plazos más cercanos y, a la vez, podrás aplicar el contenido al finalizar cada fase. Antes de pasar a la siguiente fase, comprueba que realmente has incorporado el contenido y lo has sabido poner en práctica.
- Bloquea espacios en tu agenda: decide cuánto tiempo a la semana le vas a dedicar al aprendizaje. Te recomiendo que te bloquees un rato fijo cada semana. Busca esos espacios menos cargados de trabajo, en los que sabes que es más fácil “aislarte”, sin llamadas ni imprevistos.
Por supuesto, en función de la importancia y urgencia que tengas por aprender, deberás dedicarle más o menos tiempo. Si necesitas empezar a aplicar rápido, será mejor dedicar mucho tiempo a la semana, durante pocas semanas. Si, en cambio, es por el placer de aprender, podrás dedicarle un rato los fines de semana. El objetivo del aprendizaje te marcará la agenda.
Plantéatelo: ¿qué ratos tienes mayor concentración? ¿Qué espacios de tu agenda son más fáciles de bloquear, sin riesgo a que tengas que cambiarla continuamente?
Inténtalo: bloquea unos espacios de tiempo en el calendario semanal para asegurar que los dedicas a aprender (ya sea rato de lectura, de conversaciones o tiempo para conferencias).
Con estos pasos, tendrás tu plan de aprendizaje diseñado para empezar a aprender a emprender. Ahora queda, en realidad, lo más difícil: ponerte a ello y cumplir con tu plan. ¿Vamos?