¿Está la innovación ligada a la edad o experiencia? Hablemos de la colaboración intergeneracional

La película Abuelos, nunca es tarde para emprender, dirigida por Santiago Requejo y protagonizada por Isidro (Carlos Iglesias), da a conocer esta realidad desde el humor al reflejar a personas de 60 años que, al verse desempleados y sin aparente oportunidad de reenganche a la vida laboral, deciden emprender en un espacio de coworking. Y a raíz del filme han nacido los premios “+50 Emprende”. Con ánimo de continuidad y también de visibilizar, estos galardones reconocen el valor añadido de proyectos dirigidos por personas sénior. Para los ganadores reservan una dotación económica y para los finalistas, un programa de mentorización.

Película "Abuelos. Nunca es tarde para emprender".                         Imagen de abueloslapelicula.es

Precisamente una persona clave en dar visibilidad al talento sénior es Eleonora Barone, fundadora de mYmO, la primera iniciativa en España especializada en fomentar el diálogo intergeneracional y conseguir que el néctar de la experiencia no se pierda con el final, prematuro o no, de las carreras profesionales. Y lo hace “escuchando a las personas, poniendo en valor su talento a través del reconocimiento de sus necesidades antes que de sus destrezas y pensando más en el objetivo de los proyectos, en lo que tenemos en común diferentes generaciones”, según explica.

Barone considera que “es clave pensar en generaciones en lugar de en edades o fechas de nacimiento. Cada persona es multigeneración. ¿Dos personas de la misma edad, que llevan una 15 años en la empresa y otra 6 meses, se comportarán de la misma manera en la resolución de problemas? Claramente no. A esto me refiero cuando hablo de generaciones más que de edades”.

“Viernes visten canas”: desayunos entre junior y sénior

Durante 3 años, Barone ha coordinado la serie de diálogos “Viernes visten canas”, en Impact Hub Alameda. Este ciclo de “desayunos con talento” intergeneracionales —entre jóvenes y sénior— ha tenido como meta el dar a conocer experiencias innovadoras con una característica común: por edad, los conductores de cada capítulo hacían honor al título del ciclo y por dedicación, al subtítulo, “los oficios de la cultura”.

“Una comunidad de personas interesadas en compartir sus vocaciones, con ganas de aportar para poner en valor el talento (sin edad) y apostar por el relevo generacional de los oficios”.

Cada semana finalizaba con nombres como Chass Llach, Juan Sánchez Molina o Rebeca Cygnus, que partían de especialidades como diseño escénico, música o fotografía para hablar de la vida, no solo en su aspecto laboral. 33 ponentes invitados, 1.000 asistentes y, ahora, “una pausa de reflexión para que a la vuelta se logre más impacto y pueda ser una herramienta no solo presencial sino también digital para descubrir nuevos caminos”.

Barone, como Impact Hub, vio en “Viernes visten canas” una oportunidad para “generar una comunidad de personas interesadas en compartir sus vocaciones, con ganas de aportar para poner en valor el talento (sin edad) y apostar por el relevo generacional de los oficios”. Y esto casaba con la misión de mYmO, la organización que dirige, que es, básicamente, “construir una sociedad para todas las edades, donde se rescaten las oportunidades de la longevidad a través del diseño de proyectos que vean a todas las personas como parte de la solución”.

Y para los exdirectivos, ¿qué?

Experience Ahead, con sede en Impact Hub Picasso, busca aprovechar para la sociedad el bagaje y los conocimientos atesorados por profesionales sénior. La iniciativa, puesta en marcha por Mónica Pérez Hurtado y Pilar Trucios, está orientada a personas que quieren tomar un nuevo rumbo en su trayectoria. Como, por ejemplo, “los directivos de entre 45 y 60 años que hoy están en paro y quieren diseñar su segunda carrera profesional por cuenta propia para los próximos 30 o 40 años”, destaca Trucios, que describe su Plan X.

Mónica Pérez Hurtado y Pilar Trucios, fundadoras de Experience Ahead en Impact Hub Picasso

“No deberíamos vivir sólo de innovación (que es imprescindible), sino de interconectar experiencia y futuro. Eso pasa por compartir conocimiento y experiencia entre generaciones”.

Quizás las fundadoras de Experience Ahead comprendieron la necesidad de poner en marcha el proyecto tras responder a la pregunta de ¿qué pierde una sociedad cuando el profesional sénior no encuentra un hueco laboral en ella? “Mucho talento, sin duda. El conocimiento, la experiencia y las capacidades que tienen muchos séniores son muy valiosas hoy. No deberíamos vivir sólo de innovación (que es imprescindible), sino de interconectar experiencia y futuro. Eso pasa por compartir conocimiento y experiencia entre generaciones”, responden. Y no se frenan a la hora de repartir responsabilidades: “Es responsabilidad de todos. Fundamentalmente del Gobierno y las empresas. No podemos perder el talento de los séniores cuando en breve estaremos compitiendo por la falta de perfiles adecuados a los nuevos tiempos”.

Una vez estudiado el por qué y atacado el cómo, llegó la hora del dónde. Para ambas, “resultaba fundamental desarrollar nuestra idea en un coworking. Queríamos que los directivos empezaran a trabajar de otra manera, en movilidad. Un coworking tiene una actividad de profesionales de todas las generaciones que fomenta el intercambio de ideas, rompe jerarquías y ayuda a salir de la zona de confort a muchos profesionales sénior”. Personas, a las que por cierto, recomiendan seguir los valores de su iniciativa: optimismo, audacia, cercanía, profesionalidad y pragmatismo.

Asesoramiento intergeneracional

A buen seguro, todos ellos son conceptos ya tenidos en cuenta por Punto JES, otro proyecto que navega por las mismas aguas pero con un concepto más preciso, el asesoramiento intergeneracional. El equipo de Punto JES ha diseñado una metodología de emprendimiento en 7 pasos dirigida a jóvenes que quieren materializar sus ideas con impacto social. Process changemaker, su programa, ha servido de guía a profesionales que dan sus primeros pasos en espacios como Impact Hub, por ejemplo. Avances que a veces, como en la vida, son vacilantes e inseguros, muy pendientes del terreno pero también de una mano que ayude a seguir adelante.

Esta mano, por qué no, puede llegar repleta de experiencia. Para ello, los responsables de la iniciativa se han aliado con Secot, una asociación sin ánimo de lucro que se define a sí misma como voluntariado de mayores con la mira puesta en el asesoramiento empresarial. Nuevas generaciones que se juntan con personas con mucho camino recorrido para obtener ayuda sobre ideas que cambian el mundo. Algo que con la propia colaboración, ya consiguen.

Diseño del evento "¿Magdalenas o cupcakes? Diversidad generacional en las empresas", celebrado en Impact Hub Picasso