Comunidad Impact Hub
05.Dic.2018
The Art of Hosting: liderazgo compartido para mejorar el mundo
El mundo está cambiando, esto ya nadie lo discute. Lo que nadie tiene tan claro, es cómo enfrentarnos a los problemas que van surgiendo, cada vez más complejos y cambiantes. Y nadie podrá cambiarlo individualmente. Sólo en equipo, adaptándonos al caos, podremos empezar a entender y a actuar para mejorar nuestro entorno.
Aceptando la complejidad del entorno, el Art of Hosting propone trabajar desde ahí, en vez de intentar desglosar los problemas en partes que a menudo ni siquiera están interconectadas entre sí.
En definitiva, se trata de un cambio de modo de acercamiento a los problemas, basado en conversaciones grupales en las que se maximiza la inteligencia colectiva, se acogen diferentes puntos de vista y se transforma el conflicto en cooperación.
INDICE
De la estructura vertical a la horizontal. De lo estático a lo dinámico
Lo estático, mecánico, jerárquico y vertical ya no sirve. No se adapta, no es ágil. Hacen falta organizaciones que rompan fronteras geográficas y generacionales. La tecnología lleva a un modelo de empresa más enfocado a servicio y esto obliga a conversar más con el cliente en cualquier escalón de la organización. Por eso, la tendencia es a crear estructuras horizontales, planas, dinámicas. Pasamos de la comunicación corporativa a la conversación organizacional.
Conversaciones para generar cambios
Esta visión propone un liderazgo compartido, en el que el resultado final es mucho mayor que la suma de las partes. Un enfoque en el que el autoliderazgo se pone al servicio de la comunidad para, juntos, enfrentar los problemas, buscar soluciones y activarlas. Podríamos llamarlo casi una filosofía, otra manera de entender las organizaciones, que busca compartir, hablar, exponer situaciones y debatir las soluciones. La cooperación frente a la competición.
“El Art of Hosting se basa en la cooperación frente a la competición para resolver problemas complejos”.
Para ello, hay 3 elementos básicos: la identificación de la necesidad que se quiere resolver; la definición de la pregunta principal, que provocará propuestas y soluciones; y un output, con compromiso para ser llevado cabo.
Los 3 son igual de importantes y ninguno se puede pasar por alto, si queremos generar cambios reales.
La pregunta inicial pone el foco en lo que se quiere resolver: lo concreta, pero sin simplificar. Y marca el objetivo al que se quiere llegar.
El proceso, en el que se aplican diferentes metodologías en función de la pregunta, es donde surge la transformación. Es donde se hace necesario aprender a estar presente. Es donde cada individuo practica la escucha activa para hacer aportaciones de calidad. Es el momento en que se aprende a conversar, a escuchar, a entender, a hacer preguntas simples pero evocadoras para seguir aprendiendo del grupo. Aquí es cuando se co-crea, se definen soluciones, se debaten desacuerdos para, de manera orgánica y enriquecedora, llegar a la mejor solución.
El output, a su vez, es un momento de transformación real, de tangibilización de las soluciones. Implica compromiso de cada uno de los participantes, para llevar a cabo las propuestas. Para que no se quede en un papel, en una conversación o en un post-it. Es básico hacerlo real y sostenible en el tiempo.
Art of Hosting para generar impacto positivo
María Scordialos, una de las impulsoras del Art of Hosting, defiende que esta práctica de liderazgo compartido es muy necesaria en un momento de división y extremismos como el actual. Apuesta por un cambio que no viene desde arriba, sino desde pequeños grupos periféricos, desde donde van extendiendo su visión y tangibilizando el cambio, para acabar modificando el statu quo.
“La visión que propone el Art of Hosting es muy necesaria en un momento de división y extremismos como el actual”.
Esta visión del mundo, basada en el principio del liderazgo compartido, es interesante para conseguir cambios sistémicos que generen impacto real. Permite conversaciones entre agentes con visiones diferentes o necesidades complementarias, como pueden ser empresas, administración y ONGs. Generar conversaciones con los ciudadanos, con todos los implicados, para entender todos los puntos de vista, enriqueciendo la visión de todos.
Además, las propuestas co-creadas que conducen a soluciones compartidas, hacen más factible su tangibilización. Porque está comprobado que cuando uno forma parte del proceso de creación de una iniciativa, es mucho más probable que se comprometa a llevarla a término y a que sea sostenible en el tiempo.
Sólo de esta manera se generan cambios reales: cuando todos los implicados y afectados, se comprometen.
Cómo aplicarlo en tu empresa, proyecto o comunidad
Tiene diferentes metodologías, que se aplican en función de las necesidades y la realidad del grupo. Pero todas ellas tienen en común que parten de una pregunta poderosa y se basan en el círculo como forma orgánica de generación de conversaciones y dinámicas fluidas.
World Café. Una de las dinámicas, cuando el grupo es grande (a partir de 10 personas y hasta 100) consiste en distribuir a los participantes en grupos de 4 o 5, que conversan en torno a la pregunta planteada. Al cabo de un rato, hay rotación de mesas, pero uno de los componentes se queda en la mesa como host mientras el resto se mueven a la siguiente mesa. De este modo, se escuchan todas las visiones y, a la vez, se entretejen entre ellas, puesto que se enriquecen con el cambio de mesa y se hacen crecer.
Tecnología del Espacio Único. Este método es el que se elige cuando se quieren poner en común visiones muy distintas o habilidades muy variadas, para hacer frente a un reto común como puede ser la necesidad de entrar en un nuevo mercado, la estrategia competitiva de la empresa o cambios internos en la organización.
Lo bonito de este método es que, a partir de una pregunta de inicio, los participantes pueden elegir dar una charla sobre un tema que les guste o que conozcan. Unos dan el pequeño speech y otros, que tal vez no sientan que tienen nada que explicar y prefieren escuchar, pueden ir de charla en charla, para conocer diferentes visiones y temáticas. Finalmente, se ponen en común los aprendizajes, llegando a resultados sorprendentes.
Indagación Apreciativa. En este caso, en vez de partir de una búsqueda de solución, se pone el foco en una posibilidad: ayuda a pasar del “Qué es” al “Qué podría ser”. A partir de entrevistas entre dos, se indaga en momentos en que se haya dado la problemática que se trabaja, para imaginar cómo se podría haber hecho diferente. Esto provoca que cada uno aporte soluciones que puedan ser aplicadas en situaciones posteriores.
Aplicable a cualquier entorno, necesario en cualquier situación
Sin duda, la dinámica de conversación que propone el Art of Hosting es, no solo innovadora, sino acorde a un momento de cambio y caos en el que es necesario colaborar y avanzar de forma orgánica, confluyendo, sin imponer soluciones, sino compartiendo visiones.
La base, la conversación como herramienta poderosa, es aplicable a cualquier entorno grupal. Porque conversar es, sobretodo, saber escuchar. Para, después, construir sobre lo ya explicado. Cuando este ejercicio es en grupo y se unen diferentes puntos de vista, la posibilidad de crecimiento y compromiso es exponencial.
“Conversar es, sobre todo, saber escuchar”.
Merece la pena conocerlo para, poco a poco, ir cambiando y mejorando la manera que tenemos de acercarnos a los problemas actuales. Como sociedad, como empresa, como unidades familiares y como individuos.